domingo, 10 de mayo de 2009

Una y mil veces... se levantó...

Qué dura decide, muchas veces, ponerse la vida. Son esos momentos en los que el pecho se oprime y uno cree que esa sensación nunca va a terminar, que se hace aun más profunda, y el dolor es cada vez más fuerte...

Son esos momentos en los que pienso mucho en mi "pequeña gran amiga", no por lo que pueda necesitarla para que me preste su oído, su hombro o su compañía, sino porque ella, lamentablemente, es quien me ha enseñado que aunque parezca que el mundo se acabe, que las lágrimas se agoten, que ese dolor tan profundo termina con nuestra vida..., es ella y no creo que existan otras personas como ella, quien ha vivido tantos malos momentos y aún sigue en pie... A veces piensa que no va a poder, que no tiene más fuerzas, que ya no aguanta...
Pero pese a todo "mi pequeña gran amiga" se vuelve a levantar tras cada tras pié. Para ella es a quien humildemente le dedico este posteo, porque la quiero con el alma, porque la necesito, porque me necesita...